Efebé se desplaza hasta la Ametlla del Vallès (Barcelona) para adecuar y reformar el parque Maria Lluïsa. Con la reforma del parque se pretende:
- Incrementar la visibilidad desde el acceso al pueblo a través de la rotonda para hacer patente que allí hay un parque de uso público.
- Conectar el parque con los alrededores facilitando la entrada de peatones desde las calles circundantes.
- Potenciar el uso del parque por parte de los vecinos de l’Ametlla del Vallès y los pueblos de los alrededores.
- Mejorar el estado general de conservación del parque.
- Implantar una serie de mejoras eficientes que impliquen un menor esfuerzo físico y económico en relación con el mantenimiento del parque y así facilitar la tarea de los profesionales del ayuntamiento.
- Establecer diferentes zonas de actividad que den respuesta a las necesidades de todos los usuarios potenciales del parque: ancianos, niños, familias, grupos, etc.
- Actuar en el arbolado afectado y llevar a cabo un proyecto de jardinería que ayude a hacer del parque un lugar más atractivo.
- Tratar todas las superficies con distintos pavimentos para conseguir marcar los diferentes recorridos dentro del parque.
- Estructurar el espacio y definir así los diferentes ámbitos de actuación.
Con la intervención de Efebé se consigue que las áreas que conforman el parque queden delimitadas y ordenadas por los caminos de tierra que unen las diferentes entradas, formando un recorrido a través de todo el terreno que se ensancha en la zona norte. Con esto se pretende dar cabida a las actividades culturales.
Precisamente, esta zona delimita con una finca privada. Se aprovecha este espacio para proyectar una zona de terrazas vegetales longitudinales que actúan como un telón de fondo para el parque a la vez que garantizan la privacidad de la finca vecina.
Se colocan grandes jardineras a doble nivel con un camino intermedio para pasear y disfrutar de la sensación de naturaleza que aportan las diferentes especies de arbustos y plantas aromáticas plantadas en las jardineras.
En el extremo oeste del parque se incorpora una caseta de servicios, que queda protegida por varios muros de gaviones.
La zona central del parque funciona como un organismo celular al que dan vida los diferentes círculos de actividad: zona de agua, zona de juegos juveniles e infantiles, etc. Todos ellos quedan estructurados en una gran zona ajardinada con la caseta de piedra como eje vertebrador.
En esta zona central, se ha previsto además la colocación de un bar con una pérgola desmontable con la intención de que funcione a modo de concesionaria.
En cuanto a los cerramientos del parque, se ha apostado por diferentes especies de vegetación, que consiguen una visión más amable de la que se obtendría con las tradicionales barandillas metálicas.
Para “conectar” y hacer más visible el parque a ojos del pueblo, se ha llevado a cabo una operación de derribo del muro que limitaba con la calle de la Torregassa y gran parte del muro de hormigón que delimitaba con la Carretera de La Garriga, generando un talud natural a base de vegetación para salvar el desnivel entre la acera y la cota del parque. Esta acción permite además ensanchar la calle de la Torregassa y prolongar así el carril bici en la Carretera de La Garriga, que facilita la entrada directa al parque.
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